Las putas y escorts peruanas ofrecen algo llamado “servicios especiales”, una categoría que abarca cualquier práctica fetichista o fuera de lo convencional en el sexo. Aunque se paga caro, nunca faltan hombres dispuestos a añadir dos o tres “especiales” a su noche caliente. Y uno de los más sonados es precisamente el BDSM.
En el mundo del kineo, una noche BDSM significa sexo con “ataduras, sumisión, sadismo, masoquismo, dominación”, tal como lo describen sus propias siglas. En este juego de roles, tú y tu kine están en absoluta complicidad: uno tendrá el papel dominante y el otro de sumiso, y se asignará una palabra clave para detener la diversión si algo empieza a salirse de control.
Pero ojo, tratándose de kinesiólogos, hay protocolos específicos y tarifas especiales para esta práctica. ¿Quieres saber cuáles son? Te contamos cómo practicar BDSM con kines.
Tabla de Contenidos
BDSM práctica sexual: ¿qué es y cómo funciona?
El BDSM es una práctica sexual incluida entre los servicios especiales de las escorts. Consiste en una variedad de actividades que se basan en el Bondage, la Disciplina, la Dominación, la Sumisión, el Sadismo y el Masoquismo. Suele estar enfocadas en el control y la entrega, generando dinámicas de poder consensuadas entre tu puta y tú.
Por lo general, las kinesiólogas que ofrecen estos servicios tienen experiencia. Si pides este especial da por sentado que no será su primera vez. Ellas conocen las reglas y normalmente establecen sus propios protocolos: hasta dónde llegar, qué puede hacer y qué no, qué rol prefiere tomar, qué juguetes permite, etc.
Si hablamos de reglas generales, serían:
- Nada de esto pasa sin un acuerdo previo. Tú y tu kine o escort definen qué se vale y qué no antes de empezar. Todo está bajo control, aunque parezca que no lo está.
- Decide quién manda y quién obedece. El dominante lleva la batuta, mientras el sumiso se deja llevar. Claro, puede que seas el que recibe órdenes, pero eso no significa que no disfrutes cada segundo.
- Aunque todo esté muy cachondo, siempre hay una palabra de seguridad. Si dices la palabra acordada, todo se detiene de inmediato. Nadie quiere pasar un mal rato cuando está para disfrutar.
- Ya sea que te guste dominar o ser dominado, el BDSM juega con la mente y el cuerpo. Para algunos, los golpes, las ataduras y el control despiertan niveles de placer que el sexo tradicional no alcanza.
¿Cuánto pide una kines por practicar BDSM?
El servicio puede llegar a los 100 soles sobre el precio base. Para explicarnos, las kines te tiran una tarifa inicial que cubre lo que ellas consideran básico: cogida vaginal, besos con lengua, mamada con condón, 69 y alguna cosita más generalmente. Pero cuando metes un “servicio especial”, el precio sube mucho más, y en el caso del BDSM, el incremento será según lo que pidas: suave o duro.
El BDSM suave se enfoca más en el juego mental, a la sumisión light sin irse a los extremos. Aquí entran las esposas o cintas suaves, nada de dolor, solo inmovilización rica, dominación leve con órdenes pequeñas, y algunas nalgaditas o azotes suaves. Todo bien erótico pero sin hacer daño de verdad, puro control emocional.
Obviamente, el duro es más intenso y le va más a quienes ya tienen experiencia practicando BDSM. Aquí, el dolor y la sumisión son extremas. Van cuerdas, cadenas o esposas de cuero para dejarte bien atado, el sumiso obedece sin quejarse, y claro, entran los látigos, palas o floggers que te dejan marcadito. El dolor es el placer: puedes jugar con cera caliente, pinzas, hasta electroestimulación si te va la corriente. Pero siempre con la palabra de seguridad a mano.
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Cómo sería el protocolo de una kinesiologa al practicar BDSM
- Negocia con tu kine. Pregúntale hasta dónde quiere llegar y qué no está dispuesta a hacer. Si quieres meterle juguetes o ataduras, asegúrate de hablarlo antes de que empiece la calentura, porque se te puede ir de las manos.
- Acuerda una palabra de seguridad fácil de recordar, y si en algún momento alguno la suelta, se para todo de inmediato. Sin excepciones.
- Prepara bien el lugar. Ya sea que vayas por un BDSM suave o duro, ten a mano esposas, cuerdas, látigos, palas o lo que vayas a usar. Y claro, que todo esté bien limpio y listo para la acción.
- En el BDSM, uno manda y el otro obedece. La kine llevará el control, pero siempre respetando lo que hayan acordado. Si ella es la dominante, te dará órdenes, te atará, te castigará o te dará placer, pero todo midiendo la intensidad según lo que hayan pactado.
¿Dónde encontrar kinesiologas que practiquen BDSM?
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